La determinación se produjo después de que los líderes de los países se reunieran en la capital de Hungría, Budapest.
En ella, el primer ministro húngaro, Victor Orban, aseveró que su país, junto con Serbia y Austria, son víctimas del éxodo ilícito, informó Tanjug.
De acuerdo con el mandatario magiar, en la actualidad en el mundo existen problemas importantes, a los que no se brinda la debida atención.
Por ejemplo, el conflicto en Ucrania, los altos precios de la energía y la política de sanciones, pero se le resta importancia a la inmigración, sostuvo.
Según él, alrededor de un millón de personas arribó a Hungría por el límite sur desde Ucrania debido al conflicto bélico en ese país.
Orban señaló que el actual confín de defensa de Europa es la frontera entre Serbia y Hungría, y es del interés de todos empujarla más al sur.
Por su parte, el canciller austriaco, Karl Nehammer, informó que la migración ilegal a su país aumentó a través de Serbia y Hungría, e hizo un llamado a cambiar con urgencia el sistema de asilo vigente en la Unión Europea.
Mientras, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, sostuvo que el aumento del tráfico irregular humano crea un problema mayor en su país y agregó que Serbia no desea convertirse en un centro de migración.
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