El funcionario participó en una muestra organizada por estudiantes en esta capital sobre el impacto de ese flagelo y reveló a la prensa que hasta la fecha han ingresado al istmo desde Colombia 158 mil 609 viajeros, en su mayoría venezolanos.
Más de dos mil migrantes utilizan a diario esa ruta y la tendencia es a que se incremente antes que finalice el 2022, precisó.
También señaló que los coyotes o guías preparan paquetes y cobran entre 200 y 500 dólares por persona, sin distingo de nacionalidad, para pasarlos desde el sureño país a la jungla panameña, donde en muchas ocasiones los abandonan.
De acuerdo con un estudio del diario La Estrella de Panamá, si de enero a principios de octubre llegaron al istmo más de 158 mil migrantes y lo hicieron bajo el control del crimen organizado, puede representar un ingreso de más de 35 millones de dólares para esas bandas repartido entre coyotes y agrupaciones delincuenciales.
En 2020 las autoridades colombianas detectaron el control del Clan del Golfo en el tráfico de migrantes por Urabá. Informes recientes de medios de ese país detallan la ruta que emplea el crimen organizado para traficar a los migrantes: sale de Necoclí desde donde los transportan en lanchas hasta Acandí, por este trayecto cobran en promedio 50 dólares.
Luego los mandan a La Teca por tierra y finalmente caminan dos días hasta llegar a Panamá. Por todo el trayecto les cobran entre 200 y 400 dólares solo en territorio colombiano. Al que no pueda pagar lo obligan a llevar entre dos o tres kilogramos de cocaína hasta Panamá, agrega al rotativo.
Por la selva panameña hay otros coyotes que emplean varias trochas peligrosas que toman más de una semana para llegar a las poblaciones donde tiene presencia el Estado en Bajo Chiquito y Canan Membrillo, ubicadas en Darién.
Pittí recordó que el único país de la región que tiene datos precisos de quienes pasan por su frontera es Panamá. Las autoridades tienen cifras cuantitativas y cualitativas, y practican pruebas biométricas a los migrantes, a diferencia de los países de la región.
Al respecto, el funcionario adelantó que impulsarán a través de la Conferencia Regional sobre Migración, que Panamá reciba la presidencia pro tempore el próximo año, y con ello propiciar una homologación de la información en todo el continente.
De acuerdo con esa iniciativa, se podría contar con un Observatorio de la Migración Irregular en el que cada país debe tener la responsabilidad de manejar los números con precisión y compartirlos en una plataforma para mantener una trazabilidad y flujo ordenado.
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