En una larga exposición, para muchos congresistas ilustrada y minuciosa, respondió anoche a 31 preguntas de una interpelación opositora, originada en el disgusto de un sector del Congreso, por las posiciones anticolonialistas expresadas por el presidente Pedro Castillo, en agosto pasado, en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Las respuestas, que agotaban cada tema de las interrogantes, encontraron pocas críticas de los legisladores de oposición, en especial de extrema derecha, que prefirieron cuestionar a Landa por su gestión en la búsqueda de apoyo externo para distender la crisis agudizada por un nuevo intento de destituir a Castillo.
También le reprocharon haber mencionado en El Vaticano solo parte de las causas por las que el Parlamento le negó permiso para una gira europea en la que iba a visitar al papa Francisco, sobre lo cual explicó que un video difundido aquí solo mostró un fragmento de sus palabras.
Al iniciar su intervención, Landa dejó sentado que los temas de las preguntas las respondieron más de una vez en la comisión congresal de Relaciones Exteriores por él y su antecesor, Óscar Maúrtua, a lo cual sumó el hecho que 58 por ciento de las preguntas trataran sobre el apoyo al pueblo Saharaui.
Sobre ese alto porcentaje, dijo que “me preocupa pues denota un enfoque distorsionado de nuestra política exterior, porque refleja una visión reduccionista de las relaciones internacionales del Perú” y sugirió que se explique el inusitado interés sobre el asunto.
Esas preguntas, agregó, dejan entrever el desconocimiento de la política exterior peruana, así como de sus relaciones internacionales, del derecho internacional, del derecho constitucional y, más llamativamente, de la historia diplomática del Perú, e ilustró a los legisladores al respecto.
Recordó que la política exterior está a cargo exclusiva y excluyentemente por el Presidente y es ejecutada por la Cancillería, ante exigencias opositoras de que se adecúe a sus posiciones, e hizo notar que era la primera vez que un canciller era interpelado por cuestionando esa política.
Tras su exposición, parlamentarios del bloque de extrema derecha pidieron la censura (destitución) de Landa por sus gestiones en la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la crisis peruana.
Quedó pendiente la posible presentación de una moción de censura para su debate para su debate y votación por el pleno congresal.
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