La ofensiva la ejecutan los ministerios de Educación y Seguridad Pública junto a la Administración reguladora del mercado, y se enfoca en actos de acoso o ataque sexual del personal de dichas instituciones contra las estudiantes.
Bajo la lupa quedaron los lugares que operan sin licencia, los instructores sin la debida calificación y prácticas como la publicidad falsa, ofertas engañosas en el costo de matrículas y la ayuda a los alumnos para fraude en los exámenes de arte.
Los gobiernos locales deben cooperar con el Estado y en breve se establecerá un mecanismo para recibir denuncias de la población sobre el tema.
En China abundan los centros que preparan a jóvenes en las artes, porque durante las pruebas de ingreso a la universidad el demostrar habilidades en esa materia o en deportes ayuda a mejorar el puntaje.
Pero el mes pasado el fundador de una reconocida academia de Beijing y un estudiante fueron arrestados luego de denuncias que lo vincularon al acoso sexual contra una veintena de pupilas.
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