Durante la presentación del Taller técnico para el diseño de estrategias y oportunidades de apoyo a las mipymes, la especialista del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), Verónica Rives, subrayó que actualmente uno de los retos fundamentales es cómo medir el impacto real del crecimiento económico en el país.
De acuerdo con la especialista de la Dirección de Actores Económicos, la creación de las mipymes es un proceso en construcción, totalmente perfectible.
Es por ello, continuó, que los intercambios de experiencias con expertos de otros países nos permiten profundizar en desde cómo están implementadas esas figuras hasta abordar aspectos negativos.
Se trata de aprendizajes que permiten diseñar modelos como el actual, subrayó.
A un año y dos meses de implementación de las normas que regulan los actores económicos en Cuba existen importantes retos, pero se dio respuesta a un reclamo del sector privado y que los dota de una serie de posibilidades, indicó River.
Uno de los desafíos es cómo medir el impacto real de las mipymes en el crecimiento de la economía, algo difícil de contabilizar en estos momentos.
Es una figura, recordó, creada para jugar un papel importante en la economía, que contribuya con valor agregado, y el incremento de producciones y servicios.
Otro elemento a tener en cuenta es la necesidad de diseñar espacios de mercado, crear un ecosistema que les permita desenvolverse y puedan ser dinámicos.
Es una responsabilidad de todos los sistemas, ello implica, entre otros, mayores posibilidades de acceso al empleo y a financiamientos, opinó la especialista.
Requiere trabajar en el diseño de políticas públicas para la inserción internacional de estos actores, para la generación de empleo femenino, a jóvenes, y a personas con discapacidad.
Así como crear políticas de responsabilidad social tan necesaria para que se inserte en nuestro sistemas y territorios
Al 31 de octubre Cuba contaba con cinco mil 656 mipymes, cinco mil 530 privadas y 67 estatales.
El taller se desarrolla hasta el 9 de noviembre y es parte del acompañamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, cuyo objetivo fundamental es apoyar esos aspectos para la economía cubana.
Una iniciativa promovida por la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial, Padit.
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