Para el ministro del Interior, Juan Zapata, lo que más llama la atención no es la cantidad de detenciones, sino la edad de los autores de los infractores.
En declaraciones a la prensa este viernes desde Guayaquil, donde está instalado el puesto de mando unificado de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, el titular se refirió a que las bandas reclutan cada vez más a los menores de edad.
Son menores que incluso han confesado ser sicarios, pero algunos no llegan ni a los 15 años, lamentó Zapata.
Desde el pasado 1 de noviembre, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, decretó estado de excepción en provincias del país donde hubo un alza de hechos delictivos perpetrados por bandas asociadas al narcotráfico, de acuerdo con el ejecutivo.
Esos atentados a estaciones policiales, centros de salud y gasolineras dejaron al menos cinco policías fallecidos, decenas de heridos y daños materiales en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas.
A pesar del estado de excepción y el toque de queda a diario se reportan crímenes en esos y otros territorios, mientras se registran también disturbios en centros penitenciarios que ya dejaron cinco reos muertos.
La tasa de homicidios en Ecuador asciende ya este año a 21 por cada 100 mil habitantes debido a la guerra de cárteles nacionales e internacionales por el control del narcotráfico y la ineficiente respuesta estatal a esa cuestión, estiman expertos en la materia.
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