Según su secretario general, Rodolfo Sabonge, la importancia de la cita desarrollada durante dos días en los salones del Hotel Packard radica en su contenido: la labor realizada por la membresía tras la aprobación del Plan de Acción y los proyectos que emanan de él.
Comentó a la prensa que en la actualidad la región lidia con los efectos de la pandemia de Covid-19, la inflación que dejó la guerra y el cambio climático, por lo que “la AEC debe ocupar su lugar y proyectarse internacionalmente”.
En función de ello, la VI Conferencia permite evaluar proyectos para mitigar los efectos del cambio climático, buscar formas de desarrollo económico a través de mejor integración comercial intrarregional y mejorar la conectividad, el transporte y la logística, enumeró.
Además, dijo, se busca “potenciar el turismo sostenible -que se vio tremendamente afectado por la crisis sanitaria- para que pueda despegar y mejorar lo que ya teníamos”.
Sabonge mencionó iniciativas específicas, ya en acción, que buscan reducir el impacto del cambio climático en la erosión costera, mejorar el manejo y administración de los desechos en el mar y analizar la movilización migratoria a causa del calentamiento global.
En temas comerciales, otras acciones se enfocan hacia la transformación digital y el mejoramiento de la conectividad, potenciando la participación del sector privado.
Se trabaja además en la reducción de riesgos de desastre a través de sistemas de monitoreo y alerta temprana, apuntó.
El secretario general reconoció especialmente el rol jugado por Cuba como “madrina” de la AEC y dijo que “una de las razones por las que hacemos el evento aquí es que este país tiene la mayor cantidad de representaciones internacionales en la región, más de 120”.
Para hablar de cooperación, explicó, es necesario ir más allá de nuestros 25 estados miembros y 10 asociados, “debemos buscar vínculos con el resto de la comunidad internacional que puedan ser socios para el desarrollo”.
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