Un documento elaborado por la ONG Banco Nacional de Alimentos (Leket Israel) y el Ministerio de Protección Ambiental señaló que este país es el último de una lista de 18 naciones desarrolladas en cuanto a la implementación de políticas para reducir el desperdicio de la comida.
El texto resalta que la cifra es equivalente al 37 por ciento de los alimentos producidos en Israel.
Según el reporte, la mitad del total estaba apto para el consumo humano, pese a los altos niveles de inseguridad alimentaria en esta nación que afecta a unos 450 mil hogares.
Utilizar solo 20 por ciento de esa cantidad cerrará la brecha de inseguridad alimentaria en Israel y costará solo 314 millones de dólares, resaltó.
El texto también evaluó el costo ambiental del desperdicio debido a la contaminación de la tierra, el aire, el agua, la recolección de residuos y procesamiento.
De acuerdo con datos de la ONG Latet, más de 2,54 millones de personas en Israel viven por debajo del índice de pobreza, entre ellos, 1,1 millones de niños, lo que representa 27,6 por ciento de la población total.
La institución advirtió recientemente que 774 mil menores en esta nación levantina (31 por ciento del total) están amenazados por la inseguridad alimentaria.
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