Según una nota de prensa de la Cancillería, los términos del mencionado comunicado contradicen la excelente relación bilateral existente entre Dominicana y la nación del norte en todos los ámbitos.
En el documento, dado a conocer el pasado 19 de noviembre, los estadounidenses mostraron preocupación por el “trato desigual” basado en el color de piel recibidos por sus nacionales que viajan a esta nación los cuales son cuestionados rigurosamente por esa razón.
A todo lo anterior el gobierno dominicano respondió que jamás hubiera imaginado insinuaciones tan graves “sobre nuestro país, cuya población evidencia en su color de piel un amplio crisol de razas”.
“Y mucho menos de un aliado que ha sido sujeto de numerosas acusaciones de trato xenófobo y racista a migrantes e inclusive a sectores de su propia población”.
Del mismo modo, manifestó como “desde el inicio del presente gobierno, denunciamos ante la comunidad internacional de manera reiterada y sistemática la alarmante situación en Haití, agravada desde el magnicidio del presidente (Jovenel) Moïse, sin que ésta haya tomado medidas apropiadas para enfrentar la explosiva realidad en el vecino país”.
Sin el apoyo de la comunidad internacional, hemos hecho un esfuerzo extraordinario por mantener abierta la frontera para permitir a la población haitiana el acceso a alimentos vitales, medicamentos, combustibles y agua, entre otras acciones, precisaron las autoridades.
Pero como todo país soberano que repatria a la población extranjera en situación migratoria irregular, incluyendo a Estados Unidos, “nuestra nación se vio forzada a deportar a un alto número de migrantes haitianos que no toleran más la situación en ese país y avasallan las posibilidades dominicanas”.
En otro parte de la comunicación, la cancillería dominicana expuso “que a título de contraste, la misma administración de (Joe) Biden ha deportado a Haití, entre febrero de 2021 y febrero de 2022, más de 20 mil migrantes haitianos”
Por último, manifestó que espera el gobierno estadounidense considere el retiro de los términos sin verificar del ambiguo comunicado a la mayor brevedad posible.
República Dominicana es un país cuya amistosa población abre sus brazos a toda persona que visita y vive legalmente en nuestras fronteras, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
jcm/ema
