Para muchos no fue una sorpresa que en su discurso el 15 de septiembre de este año, Bukele lanzara su candidatura a la presidencia.
Era algo esperado en un escenario en el que todas las cartas están en su manos y pese a los ataques de sus contrarios que tildan de inconstitucional su candidatura.
“Luego de conversarlo con mi esposa Gabriela, y con mi familia, anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la Presidencia de la República en el año 2024”, dijo el jefe de Estado salvadoreño, en su discurso del 15 de septiembre, algo que en el acto en Casa Presidencial fue recibido por una algarabía de sus seguidores.
Desde entonces se destapó un vendaval de interpretaciones de la Constitución. Unos dicen que no puede, otros que si puede, y así se desarrollaron las últimas semanas pero, lo cierto es que el hombre va a la carga y parece difícil que los opositores puedan detenerlo, según análisis de expertos y de algunos entendidos en la política local.
Hace algunas semanas surgieron comentarios de que la joven diputada del partido Vamos (centroderecha de ideología demócrata cristiana), Claudia Ortiz (35 años), pudiera convertirse en un contrincante de cuidado porque tiene una aureola de crítica hacia el gobernante del Partido Nuevas Ideas.
Sin embargo, Ortíz adelantó la víspera que buscará la reelección como legisladora para las elecciones en 2024, algo que coincide con criterios de algunos analistas que la consideran aun muy joven y con mucho camino por recorrer para aspirar a la butaca presidencial, más en un país donde la mujer aún sufre mucha discriminación frente a los hombres.
«Una de las aspiraciones que tengo es poder correr por una reelección en la Asamblea Legislativa, creo que el trabajo que hemos hecho ha estado en un nivel de profesionalismo, ética y también con la acuciosidad que requiere este rol de una diputada de oposición», dijo la joven abogada y política, madre de tres hijos.
Los partidos políticos tienen hasta el 5 de marzo de 2023 para convocar a elecciones internas y tienen hasta el 5 de julio de 2023 para realizar las elecciones internas y elegir con voto directo y secreto a sus candidatos de las elecciones de 2024.
Pese a su anuncio, Ortiz no se descarta para la liza presidencial y corresponde a su agrupación política llevarla en una fórmula en la que incluso pudiera integrarse como candidata a la vicepresidencia.
En favor de Ortíz está su posición en la Asamblea Legislativa donde creó un precedente de enfrentamiento a las propuestas y planes de Nuevas Ideas de perpetuarse en el poder.
Ortiz es un referente de confrontación en ese foro y aunque ya anunció que no aspirará a la presidencia, en un escenario carente de figuras con arrastre todo puede suceder.
La abogada graduada de la Universidad Centroamérica (UCA) hizo carrera en el mundo de los centros de pensamiento salvadoreños, como analista jurídica y de políticas pública, tiene un buen arsenal a su favor.
Por otra parte, en este “mar revuelto” donde los partidos políticos perfilan estrategias y alianzas que los lleven a ser opción de gobierno en 2024, el nombre de Ortiz suena.
Todo es posible más cuando hay llamados como el de un denominado Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular para crear un Frente Amplio de organizaciones sociales y políticas para enfrentar a Bukele.
Cuando están en marcha los rejuegos políticos entre los partidos y movimientos sociales, el Tribunal el Tribunal Supremo Electoral ya comenzó a preparar el escenario.
La lucha recién comienza aunque lo cierto es que no se perfilan figuras que puedan hacerle sombra el actual mandatario.
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