Ahora la novedad la aporta una información de prensa que señala a los audífonos de los dispositivos electrónicos que empleamos como espías potenciales.
Señala el reporte que las piezas físicas de un micrófono y de un audífono son básicamente las mismas. Al igual que los principios eléctricos y mecánicos que los convierten en un receptor o reproductor de sonido.
De esa suerte, los parlantes y los audífonos convierten las señales electromagnéticas en ondas sonoras a través de la vibración de una membrana, cuando esas mismas membranas pueden funcionar a la inversa, recogiendo vibraciones en el ambiente para convertirlas en señales electromagnéticas.
Es por ello que investigadores del la Universidad Ben-Gurion de Negev (BGU), en Israel, explicaron y demostraron como un malware, o software dañino, puede hacer esa conversión para que la mayoría de las computadoras y laptops sean susceptibles a este tipo de ataques.
El malware se conoce como Speak(a)R y puede ponerse en funcionamiento sin el conocimiento del usuario para ser explotado por hackers y aumentando los riesgos a la seguridad cibernética.
Este significativo elemento lo pone sobre el tapete el director del Centro de Investigación de Seguridad Cibernética de BGU, Yuval Elovici, quien dijo que el hecho de los audífonos y los parlantes sean construidos de la misma manera que los micrófonos representa el peligro.
Y agregó que el puerto de audio de una PC puede ser reprogramado de salida a entrada para crear vulnerabilidad, vía expresa para ser husmeada por hackers.
En ese sentido, destacadas personalidades de la industria tecnológica como el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, o el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos, James Comey, declararon que cubren con cinta el micrófono y cámara de sus computadoras.
Por tanto, si estos personajes se toman tal trabajo, entonces todo parece indicar que el problema no es tan del futuro, sino de un presente, muy peligroso por cierto.
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