Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, deploró y consideró una violación de las leyes del mercado que Washington prohibiera a las firmas chinas suministrar equipos de telecomunicaciones y de vigilancia alegando supuestos riesgos.
Exigió a la Casa Blanca dejar de usar las cuestiones económicas, mercantiles y científico-tecnológicas como un arma para atacar a Beijing y la urgió a garantizar a todas las empresas extranjeras un entorno de negocios justo y sin discriminaciones.
El funcionario también se pronunció en contra de la nueva estrategia de política exterior de Canadá, porque el contenido relacionado con China está cargado de sesgo ideológico.
Según precisó, la nación asiática no tiene aspiraciones hegemónicas y está comprometida con el desarrollo pacífico, la cooperación de ganancia compartida, el respeto al orden mundial y el fomento de la paz mundial.
De igual manera, Zhao repudió los señalamientos de Alemania sobre las presuntas presiones de China, Arabia Saudita y otras naciones adineradas dentro del Grupo de los 77.
Negó que el gigante asiático impida las inversiones foráneas en sus proyectos domésticos de infraestructuras como puertos, sistemas eléctricos y aeropuertos, además de calificar como una narrativa falsa a la supuesta dependencia del país europeo de China.
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