Por lo que nos dicen los organizadores, en el Jazz Café de Escazú será una noche de amor, llena de canciones, de emociones, apuntó Israel a Prensa Latina en el aeropuerto internacional Juan Santamaría, poco después de llegar a este país, procedente de Guatemala, donde dio tres conciertos, junto a Yoel Martínez y el pianista Ernesto Cisneros.
Después de la pandemia, reiniciar poco a poco la vida artística y dejar que las canciones nos traigan hasta países donde tenemos público que gusta de nuestro trabajo siempre es una inmensa alegría, resaltó el cantautor cubano, a quien se le deben éxitos como PI 3.14, Catalejo y Mamífero nacional, entre otras.
Sobre el nuevo disco de Buena Fe, llamado Morada, señaló que saldrá en febrero del próximo año. Ya presentamos un tema, al que le ha ido muy bien. Incluso nos asombra que en los conciertos que hemos hecho en estos días en México y Guatemala, la gente lo canta a morirse, como si fuera una canción de toda la vida.
Estimó que eso les da una muy buena espina de lo que será el próximo disco, que probablemente le vaya muy bien. Estamos muy contentos con el trabajo realizado en él. En febrero del próximo año debemos hacer una presentación y confirmar que seguimos vivos, que la música sigue fluyendo y ojalá que a nuestro público le parezca interesante.
De su lado, el productor de Buena Fe para Centroamérica, Carlos Pacheco, destacó el momento, después de un período tan difícil para toda la humanidad, como lo fue la pandemia de Covid-19, en el cual los artistas y los amantes de la música y las artes escénicas se vieron impactados con el cierre de esas actividades.
Con el paso de la peor situación, entusiastas de Buena Fe, con una relación de trabajo de más de una década, en la cual lo hemos podido tener en conciertos en Guatemala, El Salvador y Costa Rica, teníamos la firme convicción y nos propusimos que retomaríamos estas presentaciones cuando hubiese las condiciones.
«Se alinearon los astros, conversamos con Israel para ver las posibilidades en este período del año, antes de cerrar 2022, que pudiésemos tenerlo por Centroamérica nuevamente y esto lo hemos trabajado mucho con los apoyos locales para crear las condiciones para sus conciertos», indicó Pacheco.
Refirió que tras sus exitosas presentaciones en México y Guatemala, esperamos ahora que en Costa Rica sea como en sus presentaciones en 2018 y 2019, con llenos totales.
Pacheco recordó que en el primer año hubo que programar un segundo concierto ante la excelente acogida, tanto de costarricenses como de miembros de la comunidad cubana residente aquí, quienes disfrutan con la música de Buena Fe y están ávidos de tener este nuevo encuentro íntimo, especial, en un lugar como el Jazz Café Escazú.
ro/ale
