La estructura sindical criticó que los sueldos de los empleados no se revaluaron tras el aumento, y actualmente no satisfacen sus necesidades diarias.
Su coordinador, Reyneld Sanon, señaló que el alza ya afectó los precios del transporte público y de los alimentos en un contexto de deterioro de la situación económica nacional.
“Necesitamos tres veces más dinero para cubrir las necesidades básicas y los miembros del gobierno nunca han cuestionado los medios de vida de los trabajadores y de los demás miembros de la población”, denunció.
A mediados de septiembre el ministro de Asuntos Sociales y Trabajo, Odney Pierre Ricot, anunció que la gasolina aumentó a 570 gourdes (unos 4,13 dólares), un incremento del 228 por ciento, mientras el costo del diésel es de 670 gourdes (casi 4,86 dólares), y 665 (4,82 dólares) el queroseno.
Las autoridades indicaron que aún persiste un subsidio menor a la gasolina de 158 gourdes (1,14 dólares), que será asumido por el Estado.
El Ministerio de Comunicación explicó en un comunicado que mensualmente se destinan nueve mil millones de gourdes (unos 65,3 millones de dólares) para costear la subvención, lo cual supone el doble de la factura salarial del Estado.
Sin embargo, para las organizaciones progresistas el incremento solo agravará las condiciones de vida de los ciudadanos que ya viven en precariedad.
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