De acuerdo con los ingenieros de la central, no se produjeron cambios en la situación de la radiación en los locales de trabajo y alrededor de la estación.
También advirtieron que si los indicadores superan los establecidos por la normativa tecnológica, la unidad de potencia será detenida.
El volumen de fuga es un tema de monitoreo constante, ahora es varias veces menor que el máximo permitido, destacaron fuentes en la central nuclear en su sitio web oficial.
Sin embargo, según especialistas, a pesar de que no existe una amenaza de radiación, si una de las dos unidades de potencia de la única central nuclear búlgara deja de funcionar, esto puede provocar un aumento significativo en el precio de la energía.
En octubre, la sexta unidad de energía de la central nuclear de Kozloduy estaba en reparaciones programadas.
Además de reemplazar parte de las pilas de combustible, los especialistas realizaron mantenimiento preventivo de los equipos.
Unos días después del lanzamiento, la estación sufrió una avería en el sistema de refrigeración del generador y se registró una fuga de hidrógeno, lo cual llevó a la desconexión del bloque del sistema energético del país.
La central nuclear búlgara está equipada con dos reactores de fabricación soviética que funcionan con combustible nuclear ruso, y el gobierno del país trata de encontrar un proveedor alternativo, pero hasta el momento, sin éxito.
Una de las propuestas podrian ser las empresas estadounidense Westinghouse y la francesa Framatome, pero sus precios son un 20-40 por ciento más elevedos, destacan especialistas en el en tema.
Además, el cambio en el tipo de combustible plantea una serie de preguntas sobre la seguridad del funcionamiento posterior de la estación, que es clave para proporcionar electricidad a Bulgaria.
Los problemas con los hidrocarburos en los países del viejo continente se agudizaron después del estallido del conflicto bélico en Ucrania del Este.
Varios países occidentales activaron sanciones económicas contra Rusia después de que su Gobierno reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis y el Ejército de Kiev.
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