Lo que está claro para mí, está claro para Benjamin Netanyahu, afirmó el funcionario en alusión el próximo jefe del Ejecutivo tras su victoria electoral del pasado mes al frente de un bloque de ultraderecha.
Sin embargo, hemos visto más de una vez que las consideraciones de Netanyahu son personales, lamentó Barlev, quien dejará su cargo en los próximos días como parte del traspaso de poder.
Asimismo, subrayó que “la sociedad israelí se está volviendo más violenta” como lo demostró la victoria de la alianza Sionismo Religioso, que conquistó 14 de los 120 escaños de la Knesset (Parlamento).
Esa coalición, que respalda a Netanyahu, es encabezada por los diputados Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, ambos con un discurso abiertamente extremista, racista y antiárabe.
Ben Gvir será el sustituto de Barlev, aunque la cartera se llamará Seguridad Nacional tras la ampliación de sus poderes.
El portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Mohammed Hamada, advirtió ayer a Ben Gvir sobre las consecuencias de dañar la Mezquita de Al-Aqsa, el tercer sitio más sagrado para los musulmanes.
El lugar también es venerado por los judíos porque allí se levantaron sus dos templos bíblicos.
Según los acuerdos alcanzados hace décadas, a los judíos solo se les permite visitar el complejo, con numerosas condiciones, pero no rezar.
En varias ocasiones Ben Gvir encabezó el asalto de grupos de fieles de esa religión a la zona, lo cual provocó la ira de los palestinos.
Acusado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo, este último es conocido por tener durante años en la sala de su casa una foto de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos en la Cueva de los Patriarcas en 1994.
También militó en el prohibido partido Kach, fundado por el asesinado rabino ultranacionalista Meir Kahane, cuestionado por sus ideas radicales y extremistas, rechazadas incluso por otros políticos de la derecha israelí.
Nombrar a Ben Gvir como ministro de Seguridad Interior es como escoger a David Duke, dirigente histórico del grupo racista Ku Klux Klan como Fiscal General de Estados Unidos, advirtió hace unos días el rabino Rick Jacobs.
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