Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, fustigó ese señalamiento planteado por el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, así como sus críticas a Beijing por promover presuntamente la desinformación, tener un desarrollo militar poco transparente y aumentar la cooperación con Rusia.
Consideró tales planteamientos un reflejo de sesgo ideológico y calificó al país norteño como el verdadero experto en amenazar a otros por la fuerza, imponer sanciones económicas y bloqueos tecnológicos.
Citó varios ejemplos de desinformación fabricados por la Casa Blanca para entrometerse en asuntos internos de Siria, Iraq y China, mencionó las guerras lanzadas por todo el mundo, la apertura de bases militares y la constante provocación con el envío de naves militares a distintas regiones.
“China está comprometida con una política exterior de paz e independiente. Nunca se involucra en la coerción o desinformación. Estados Unidos debe dejar de difamar y atacar a China. Una relación estable y sana requiere de esfuerzos de ambas partes”, acotó.
Por otro lado, Zhao condenó el desvío por parte de las tropas norteamericanas de 54 tanques de petróleo desde el noreste de Siria a sus bases en Iraq, indicó que se trata de una acción ilegal y una violación del orden y las leyes internacionales.
También reprochó los planes de Washington de endurecer más los controles de exportación con la mira puesta en competir con el gigante asiático, la continua politización de los temas económico-comerciales y de usar como un arma las inversiones y la cooperación científico-tecnológica.
“Estados Unidos necesita parar con el abuso de poder estatal para acosar a los negocios chinos, dejar de levantar barreras y muros, de presionar con el desacoplamiento, de interrumpir las cadenas de suministros industriales y de perseguir intereses egoístas a expensas de la economía mundial”, agregó.
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