Un balance simple, tal vez conformista, aunque muy verdadero. Si quedaba líder del grupo E, como se esperaba, su rival en octavos sería Croacia, subcampeón en Rusia 2018 y más rocoso que Marruecos.
Nos han dado un bofetón y es real que siempre salgo a ganar. En cinco minutos Japón nos pasó por arriba. Quedan las enseñanzas y la voluntad de hacerlo mejor de ahora en adelante, confesó el excéntrico técnico español, Luis Enrique Martínez.
Dijo a los medios locales que nunca supo que Costa Rica llegó a estar arriba 2-1 ante Alemania, un resultado que dejaba fuera a la Roja de la cita qatarí. Algo bastante difícil de creer, cuando se vieron a jugadores y otros entrenadores del conjunto hacer gestos en relación con lo sucedido.
A fin de cuentas, la trayectoria futura de España en la batalla por la Copa FIFA cambió sustancialmente. De enfrentarse a la Croacia de Luka Modric, a un Marruecos inspirado, pero sin la pegada aparentemente para manejar la presión de unos octavos de final.
Luego, si en alguna ocasión se impone la lógica en el balompié, España debería superar a los norafricanos y esperar a la Portugal de Cristiano Ronaldo y Bruno Fernandes en cuartos de final.
Eso sí, ya en semifinal, en el supuesto de que doblegue a los lusitanos, España teóricamente se vería las caras con el actual campeón mundial, Francia.
De curiosidades, el atacante alemán Kai Havertz es visto hoy como un héroe por los españoles. Sus dos goles le dieron la vuelta a su equipo frente a Costa Rica, con lo cual facilitó la clasificación de los ibéricos.
En cualquier caso, algo quedó en claro nuevamente: ni España era tan excelente, ni Costa Rica tan mala en la goleada del 7-0, que de todas formas le sirvió a la Roja por la diferencia de tantos con respecto a Alemania.
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