Graduada en 2010 de la Escuela Nacional de Danza de La Habana, la residente en el istmo sobresale como una de las principales docentes de la Academia de baile D Triana, en esta capital, que dirige la reconocida artista María Cecilia D Triana, popular por su programa televisivo con niños “La Torre de los Sueños”, entre otros.
En entrevista con Prensa Latina, León subrayó que la formación adquirida en la isla y su paso por el Ballet Folclórico de Camagüey, y la agrupación Obbiní Batá, han sido claves en sus presentaciones en espectáculos aquí, pero sobre todo en la manera de transmitir conocimientos a niñas y jóvenes interesados en las diversas manifestaciones del baile y la actuación.
Para la también vocalista fue vital aprender de sus maestros, entre ellos Reinaldo Echemendía, director del folclórico camagüeyano, lo que posibilitó incursionar en diferentes géneros danzarios y el canto, versatilidad que le aportó al dirigir espectáculos en importantes compañías circenses fuera de Cuba.
León insistió en que la técnica de Graham -danza contemporánea desarrollada por la bailarina y coreógrafa Martha Graham (1894-1991)- y su adecuación al estilo del maestro cubano Ramiro Guerra (Premio Nacional de Danza), son los pilares en los que se basa el contacto día a día con estos menores y adolescentes, remarcó.
También admitió sentirse complacida de enseñar esas habilidades a jóvenes para quienes el baile forma parte de un proyecto infantil-comunitario de reinserción en la sociedad, como lo es Creciendo al Compás de la Danza, con el auspicio del Ministerio de Cultura y la Fundación sin fines de lucro Casa Esperanza ONG.
La también directora artística y líder del proyecto cultural Nataly y su Latino Show, explicó que desde su llegada a la nación canalera se interesó por los bailes congos, mezcla de movimientos, percusión, sonidos fuertes, colores, vestidos y máscaras, muestra de antiguas raíces africanas, y sus diversas similitudes con igual expresión en Cuba, esta última de origen religioso.
De otra parte, asegura que su visión y práctica como intérprete y pedagoga se enriquecieron con otras expresiones folclóricas como la pollera (conjunto para vestir donde la mujer hace del baile un arte), muy ligada en el istmo al tamborito (música contagiosa).
Perseverancia y disciplina, comentó, son sus dos fortalezas, forjadas en la escuela cubana de danza contemporánea y que le permiten superar lo que ella considera no son sus fuertes, como la baja estatura y su físico, no tan deslumbrante.
Las virtudes se cultivan, tal como ella lo admitió al recordar el crecimiento profesional desde aquellas primeras giras por las ciudades occidentales de David (Chiriquí), Las Tablas, Penonomé (Coclé) y Colorado; ahora multiplicadas en eventos en los cuales participa como intérprete y directora artística, como los populares carnavales, evento de Oratoria y La Feria Internacional del Libro, entre otros.
De otra parte, resaltó sus vínculos con la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá y sus proyectos dirigidos a promover el talento artístico en esta nación centroamericana y en la región y difundir en general las esencias de la cultura como alma de la nación.
Otras de las iniciativas gestadas por la incansable bailarina fueron los proyectos Viajando al Son del Casino y Yo bailo Salsa Casino en Panamá.
Con estas acciones, León logró materializar sus inquietudes de creación y enseñanza utilizando metodologías aceptadas por los niños participantes y sus familiares, quienes lograron acercamientos a la cultura cubana.
Con apenas 25 años, León, a quien la danza le apasiona desde temprana edad, señala que en su quehacer tiene una gran influencia la raíz afrocubana.
Ese amor por las tablas y el mundo del espectáculo, adelantó, podrán tener una mayor realización cuando se concreten proyectos de colaboración e intercambio profesional entre la panameña Academia D Triana y Artex, empresa líder de la cultura en Cuba, con más de 30 años de experiencia, en los cuales se trabaja.
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