Es un creador que siempre busca nuevas formas, como el humor negro en esta producción, para crecer y renovarse, aseguró la también especialista junto a parte del elenco de la obra que se estrenó en las jornadas del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en esta capital.
De acuerdo con la actriz Laura de la Uz, el filme confirma la madurez de su director, con el que trabaja desde 1990 con Hello Hemingway.
“He vivido esa evolución sin darme cuenta, en el Mundo de Nelsito he reflexionado mucho más sobre eso y siempre agradezco trabajar con Fernando porque no existen muchos directores así”, aseguró a la prensa.
En competencia en la sección de largometrajes de ficción del Festival de La Habana, la cinta fue producida por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) de conjunto con la española Wanda Films.
El guion fue coescrito por el propio director y Abel Rodríguez, quien se unió nuevamente a Pérez luego de trabajar juntos en la cinta Últimos días en La Habana (2016).
La cinta transcurre entre diversas locaciones de La Habana, sobre todo en la barriada de Alamar, al este de la ciudad, donde viven los protagonistas, pero también en los municipios de Boyeros, Plaza de la Revolución y 10 de Octubre.
Además participan miembros del ballet infantil de Lizt Alfonso Dance Cuba, quienes disfrutaron la filmación junto a consagrados actores de la nación caribeña como Jaqueline Arenal o Isabel Santos, según relató la directora la compañía.
“Cada sesión de trabajo fue mejor que la anterior con momentos muy bonitos que fluyeron más rápido de lo esperado”, contó Lizt Alfonso.
La propuesta relata la historia de un adolescente autista que se fuga de su casa y sufre un accidente automovilístico. El protagonista narra desde su camilla el lado oscuro y oculto de todos aquellos que lo rodean: niños perversos, mujeres asesinas, muchachas estafadoras.
De regreso a casa, ya recuperado, Nelsito (interpretado por el joven José Raúl Castro) es recibido por los personajes que el espectador ya conoce, generando un ambiente de incredulidad sobre cuáles son los auténticos, los de ahora o los que el adolescente presentó a través de su subjetividad.
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