En una decisión valiente y hasta cierto punto controvertida, el entrenador lusitano Fernando Santos decidió dejar en el banquillo a CR7 para el duelo de octavos de la cita de Qatar ante Suiza.
“No hay ningún problema con Cristiano, es un tipo de estrategia que quiero probar”, dijo Santos antes del encuentro.
Mejor, imposible. A sus 21 años y en su debut mundialista, Ramos (Benfica) hizo un hat trick y dio una asistencia de gol a Raphael Guerreiro. Por añadidura, asedió todo el tiempo el área rival.
Tendremos que hablar de este equipo de una manera colectiva. Sigo considerándole (a Cristiano) una figura que tiene un papel muy importante, declaró el preparador Santos para quitarle hierro al evidente enfado de CR7.
El propio Ramos salió en defensa del extraordinario delantero, quien ahora con 37 años parece haber perdido su nivel habitual, además de enfrascarse en una riña pública verbal con el Manchester United, que acabó su contrato hace unos días.
‘Como capitán, Cristiano hizo lo que siempre hace. Me habló como habla con todos. Siempre trata de ayudar y dar aliento’, comentó el nuevo goleador portugués, a quien será difícil remplazar con esa aura goleadora mostrada.
Más allá de Ramos y la espléndida exhibición contra unos aniquilados suizos, el conjunto lusitano dio señales de que el talento joven comienza a tirar de galones.
Otavio y Joao Felix, junto al más experimentado Bruno Fernandes, fueron esenciales en el comportamiento del seleccionado, que es amplio favorito para imponerse al muy defensivo Marruecos, verdugo de España por penaltis.
Será el sábado cuando se vean las caras los sobrevientes ibéricos contra los “Leones del Atlas” norafricanos.
España recoge maletas y en unas horas pondrá rumbo a Madrid. Con un técnico excéntrico y caprichoso como Luis Enrique Martínez, y la elección de jugadores por preferencias personales, era previsible que su recorrido en Qatar sería breve.
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