Según las informaciones, se logró una adhesión total, aunque la aerolínea está cumpliendo con los servicios mínimos tras haber cancelado 360 vuelos como contención hace semanas.
TAP es actualmente propiedad del gobierno luso que ha declarado sus intenciones de venderla pero se muestra dispuesto a negociar con el Sindicato Nacional del Personal de Vuelo de la Aviación Civil, quien convocó la huelga.
La patronal pretende una serie de cambios que afectan a los trabajadores, pero los dirigentes sindicales plantean que el acuerdo actual con la empresa será la base para el inicio de cualquier negociación.
Por su parte, Ricardo Penarroias, presidente del sindicato, dijo a la prensa este jueves que los niveles de participación en la huelga se corresponden con las expectativas que tenían al convocar la protesta.
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