Si bien lejos aún de la registrada durante el pico de comienzos de año, cuando los ingresados superaron holgadamente los 30 mil, la cantidad actual inquieta, porque el país también sufre el ataque de una epidemia de Bronquiolitis sin precedentes en una década y de la gripe estacional.
De acuerdo con las estadísticas de Salud Pública Francia, los hospitalizados ascienden a 21 mil 619, de ellos mil 201 en cuidados intensivos.
También preocupa el aumento de la tasa de incidencia de la Covid-19, que ronda los 600 casos por cada 100 mil habitantes por primera vez en meses, en un escenario marcado por la confirmación de un promedio de más de 80 mil infectados en los últimos tres días.
La situación es particularmente complicada en la mitad Sur, sobre todo en los departamentos de Drome, con una incidencia de casi un millar; Ardeche, Tarn, Bocas del Ródano, Vaucluse, Ariege y Alto Garona, todos con más de 800 casos por cada 100 mil habitantes.
El llamado a la vacunación con dosis de refuerzo de cara a las fiestas de fin de año cobra fuerza, al igual que el pedido de usar la máscara en espacios cerrados y muy concurridos, sin que de momento sea una obligatoriedad.
Hace pocos días, el ministro francés de Salud, François Braun, advirtió que la utilización obligatoria de la máscara podría regresar, si continúa el deterioro de la situación epidemiológica.
jcm/wmr
