En esencia, el pacto prevé la creación de un Consejo Constitucional integrado por 50 personas elegidas por voto general y obligatorio.
Además habrá un grupo de 24 expertos designados por el Congreso, 12 en la Cámara de Diputados y 12 en el Senado, quienes tendrán a su cargo la redacción de la primera propuesta de carta magna.
Para la ministra del Interior, Carolina Tohá, “aunque sea de manera imperfecta es un tremendo logro, dado que estuvimos a punto de no tener proceso constitucional alguno”.
La diputada Karol Cariola, del Partido Comunista de Chile (PCCh), dijo no estar feliz por un acuerdo con las condiciones pactadas, pero –precisó- es lo que se pudo lograr.
“A mí no me da para salir a celebrar y decir que estamos en la panacea de lo que uno esperaría de un proceso constituyente”, afirmó.
La propuesta de la coalición de gobierno Apruebo Dignidad, en la cual está el PCCh, abogaba por un órgano de al menos 100 miembros, totalmente electo, paritario y con la participación de pueblos indígenas.
“A pesar de que no es lo que el Partido Comunista proponía, como siempre, nos sumaremos al proceso a disputarle espacio a quienes siguen creyéndose dueños de Chile”, expresó en su cuenta de Twitter el alcalde de la comuna de Recoleta y miembro del PCCh, Daniel Jadue.
El Acuerdo por Chile fue suscrito por 14 de las 16 fuerzas políticas representadas en el Parlamento, excepto el ultraderechista Partido Republicano y el de la Gente, cuyo líder, Franco Parisi, vive en Estados Unidos y enfrenta una demanda por no pagar pensión alimenticia a sus hijos.
Uno de los temas cuestionado por amplios sectores es el poder de los expertos, quienes no tendrán derecho a voto, pero sí capacidad de decisión respecto al texto de la nueva Constitución y podrían responder a intereses de determinados grupos políticos.
“Pierden los independientes, es decir, pierde la mayoría. Los partidos toman el control, eso es innnegable”, dijo la abogada y política mapuche Natividad Llanquileo. Los expertos comenzarán a redactar el texto en enero y los integrantes de la constituyente serán electos en abril.
Ambos grupos trabajarán de manera conjunta en la armonización del proyecto de carta magna y en las normas transitorias.
La decisión de avanzar hacia una nueva Constitución que reemplace a la existente desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), formó parte del acuerdo que puso fin al estallido social de 2019, cuando millones de chilenos salieron a las calles para reclamar cambios en el actual modelo neoliberal.
mgt/car
