Múltiples fuentes confirmaron al diario The Hill que el mandatario planea hacer públicas sus intenciones de postularse para un segundo mandato en la Casa Blanca en las próximas semanas, probablemente en febrero, en torno al discurso del estado de la Unión.
Dicha alocución normalmente se lleva a cabo a fines de enero o principios de febrero, pero el líder de la Cámara debe invitar al presidente para que se dirija al Congreso y el caos de las votaciones para ese cargo en esta semana retrasó, inevitablemente, la fecha.
No obstante, se espera un anuncio más formal en abril, según el diario.
En tanto, los asesores de Biden se reúnen con aliados y arman una presencia digital expansiva y renovada.
The Washington Post informó el mes pasado que los asistentes estaban trabajando para expandir la huella digital del actual ocupante de la Casa Blanca en plataformas como TikTok y WhatsApp, donde la publicidad política está prohibida.
La intención de montar otra campaña presidencial comenzó a cristalizar aun cuando algunos demócratas todavía expresan su preocupación por la edad de Biden (80 años).
Pero estas dudas públicas fueron silenciadas en parte por la sólida actuación del Partido Demócrata en noviembre, en la que los azules aumentaron su ventaja en el Senado y evitaron una ola roja en la Cámara.
Además, el entorno del presidente asevera que tiene el tiempo de su lado, particularmente en medio de la falta de armonía del Partido Republicano evidenciada en la votación de esta semana.
Mientras los republicanos luchaban por elegir un líder, los demócratas centraron su atención en otra parte. Biden dedicó tiempo a promocionar proyectos legislativos, incluido su paquete de infraestructura, y dictó nuevas medidas en la política migratoria.
El miércoles, viajó a Kentucky, junto al líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell y pudo telegrafiar que había cumplido una de sus promesas de campaña: unir a los partidos.
Este evento de infraestructura bipartidista es un buen lanzamiento de campaña suave, dijo un estratega demócrata a The Hill.
“Posiciona sus logros, lo muestra como un unificador y lo contrasta con los republicanos que se están canibalizando entre sí durante esta desordenada lucha contra el líder de la Cámara Baja”, agregó.
Luego, realizó una visita a la frontera sur entre Estados Unidos y México, su primer viaje a esa zona como mandatario y en cumplimiento a una vieja demanda de los republicanos.
Este viaje tuvo como objetivo, en parte, mitigar el impacto de las próximas investigaciones sobre inmigración prometidas por los republicanos de la Cámara, aseguran analistas.
Biden no ha sido tímido acerca de su deseo de buscar la reelección, especialmente si se convierte en una revancha contra el expresidente Donald Trump (2017-2021), y sus ayudantes y aliados a menudo se hacen eco de su entusiasmo por el asunto.
Pero incluso el locuaz presidente eludió las preguntas sobre una hipotética campaña en espera en los últimos días.
«¿Se acerca una elección?» Biden bromeó después de que los periodistas lo presionaron sobre la decisión de postularse nuevamente.
“2023 va a ser un buen año”, agregó el ocupante de la Casa Blanca.
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