Desde el sábado se combaten las llamas por un siniestro forestal en Salinas, departamento de Canelones, que se extendió a varias localidades y cruzó la ruta 87, la cual fue cerrada y provocó desvíos del tráfico.
El fuerte viento y las altas temperaturas dificultan las labores de sofocación, en la que trabajan siete dotaciones además de la colaboración de voluntarios, policías, Fuerza Aérea y militares, pues unas 80 hectáreas están afectadas por el fuego.
Diego Rodríguez, delegado de Bomberos del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo, reiteró a la prensa demandas de vieja data que afectan el desempeño de esos comandos.
“El reclamo que estamos haciendo es el mismo que venimos haciendo siempre: falta personal, faltan vehículos, están en malas condiciones las herramientas de trabajo que tenemos”, dijo.
«Nos han prometido que nos van a traer flota, nos han prometido que nos van a traer personal, pero nada llega», agregó.
En agosto del año pasado, la Alianza de Bomberos del Uruguay denunció al Estado por insalubridad, sobrecarga laboral y déficit de personal ante la Organización Internacional del Trabajo.
Las altas temperaturas y falta de precipitaciones caracterizan la actual temporada veraniega en Uruguay, cuando se repiten los incendios, en particular forestales.
Los expertos afirman que la mayoría de esos siniestros son provocados por negligencias humanas.
En el Congreso está en discusión un proyecto de ley sobre temas forestales que busca mayores disposiciones para prevenir estos incendios.
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