En declaraciones a reporteros, el alto jefe castrense señaló que “a las fuerzas del orden nos toca reabrir todas nuestras carreteras al libre tránsito de los ciudadanos”.
Sobre el envío de tropas y carros blindados a la región surandina de Puno, principal bastión de las protestas, dijo que llegan “para completar efectivos y cumplir la tarea” de desbloquear las carreteras.
Preguntado sobre cómo logrará despejar los caminos bloqueados, lo que no ha podido hacer la Policía, el jefe militar respondió que consistirá en “hablar con la gente, convencer a la gente, explicar a la gente y proceder”, sin más detalles.
Se abstuvo de decir cuanto tiempo tomará el desbloqueo y, en torno a la situación en Puno, dijo que allí han ocurrido hechos como el incendio de estaciones policiales y hay un panorama preocupante.
Congresistas de derecha extrema reclaman casi a diario que las Fuerzas Armadas, que han permanecido en un segundo plano con limitadas intervenciones, entren de lleno a imponer el orden.
La Superintendencia de Transporte Terrestre (Sutran), informó en su reporte diario que se registran 88 bloqueos de carreteras en 31 provincias y la Defensoría del Pueblo reportó concentraciones y marchas en 16 cinco provincias y huelgas en otras cinco.
Nuevos bloqueos cerraron hoy la importante de Carretera Central, que comunica a Lima con las regiones centroandinas y centro-amazónicas que abastecen a la capital peruana de vegetales y frutas.
Las protestas demandan la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, prontas elecciones generales adelantadas y un referendo sobre la posible convocatoria de una asamblea constituyente.
En sus dos oleadas, las demostraciones de descontento acumulan un total de 46 muertos por impactos de armas de fuego, un policía linchado y 10 civiles fallecidos.
La congresista Sigrid Bazán lamentó el hecho de que las demandas de protestas pacíficas no son atendidas y que los reclamantes tengan que apelar a la fuerza y tengan que morir para ser escuchados.
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