FotosPL: Aldo Camino
Los oficiales y simpatizantes bloquearon avenidas cruciales de Puerto Príncipe, erigieron barricadas de neumáticos, retiraron llaves de autos y reclamaron al Gobierno frenar la ola de violencia que azota al país.
“No podemos más, eso no es normal, cada policía que matan deja familia. Son personas que los envían a hacer su trabajo sin las herramientas adecuadas, no lo podemos permitir”, dijo a Prensa Latina un oficial bajo condición de anonimato.
Los policías bloquearon localidades como Delmas, Petion Ville y Nazon, lo que obligó el cierre de comercios, escuelas e instituciones públicas.
También se registraron protestas en otros departamentos como Artibonite, donde la víspera fueron asesinados siete agentes en enfrentamientos contra grupos armados.
Los pandilleros subieron imágenes a redes sociales en los cuales se veían los cuerpos desnudos de los agentes cubiertos por sus armas.
Hasta 15 agentes fueron ejecutados en Haití en lo que va de año, mientras el país caribeño sucumbe a la violencia e inseguridad provocada por los grupos criminales que controlan vastas zonas en Puerto Príncipe y sus ciudades limítrofes.
Además, más de 30 personas fueron secuestradas durante las tres primeras semanas de enero, entre ellas el exministro de Educación Pierre Buteau y el exdiputado Augustin Smith.
En 2022 la cifra de víctimas mortales por las acciones de las pandillas superó los dos mil y más de un millar de personas fueron secuestradas.
Ante la grave situación el Gobierno solicitó a Naciones Unidas el despliegue de tropas internacionales capaces de frenar el avance de las pandillas, sin embargo, la petición sigue en el limbo por la reticencia de algunos países.
Esta semana la representante de la ONU en Haití, Helen La Lime, reiteró ante el Consejo de Seguridad del organismo mundial que la Policía no puede por sí misma luchar contra las pandillas sin apoyo internacional.
La Lime aseguró que la principal preocupación de los haitianos es la seguridad y pidió a las naciones actuar con más urgencia.
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