La presencia entre los presos de esa enfermedad infecciosa prevenible y curable, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis y transmitida por vía aérea, representa uno de los desafíos más importantes para su control en el país, evidencia la investigación.
Los esfuerzos para enfrentar esa afección, que ya causó la muerte a un prisionero, se centran en generar estudios de intervención para determinar las mejores estrategias de control del mal, especialmente en las mayores urbes, señala el estudio.
La pesquisa de expertos del área de salud sobre la línea de Epidemiología de la Tuberculosis en prisiones y comunidades aledañas resalta la urgencia de focalizar estrategias para interrumpir la transmisión y prevenir nuevas infecciones en esas instalaciones y comunidades.
Los médicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Gladys Estigarribia y Guillermo Sequera, encargados del estudio, admitieron que este fue incapaz de precisar cuáles cárceles o ciudades específicas juegan un mayor papel en la transmisión del padecimiento.
El equipo de investigadores realizó de 2016 a 2021 una vigilancia prospectiva que secuenció 471 genomas del complejo Mycobacterium tuberculosis dentro y fuera de las prisiones de las dos mayores áreas urbanas del país, Asunción y Ciudad del Este.
Los especialistas encontraron evidencias de transmisión frecuente dentro de los recintos penitenciarios, así como otros vínculos de propagación de la enfermedad en comunidades aledañas.
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