Además, se reportaron disparos esporádicos en algunas localidades y se observan pocos vehículos de transporte público y privados en las principales avenidas.
En Petion Ville hombres armados recorren en motocicletas las calles, mientras escuelas y comercios cerraron temiendo un empeoramiento de la situación.
La víspera seis policías de la comisaría de Liancourt, en el departamento Artibonite, fueron ejecutados presuntamente por miembros de la pandilla Gran Grif que opera en la zona.
El incidente ocurrió cuando los oficiales tuvieron que repeler cuatro ataques de la banda que intentó tomar el control de la subestación, de acuerdo con medios locales de prensa.
Además, otros dos policías sufrieron heridas e igual número de vehículos fueron hurtados por el grupo criminal.
Con ellos suman 11 los oficiales asesinados en Haití este año, luego que tres murieron el viernes, emboscados en Métivier, situado en la comuna de Petion Ville, otro sufrió heridas y un quinto se encuentra desaparecido.
En esa ocasión los policías se enfrentaron a integrantes del grupo armado liderado por Vitelhomme Innocent, lo cual generó un movimiento de pánico entre la población y los comerciantes se apresuraron a cerrar sus negocios.
Los asesinatos de policías tienen lugar en un contexto de persistente violencia e inseguridad que cobró más de dos mil vidas en 2022 y forzó el desplazamiento de unas 155 mil personas.
Esta semana la representante de Naciones Unidas en Haití, Helen La Lime, dijo ante el Consejo de Seguridad del organismo mundial que la Policía no puede por sí misma luchar contra las pandillas sin apoyo internacional.
“Podríamos actuar con más urgencia, creo que la comunidad internacional debería hacerlo. No ganaremos la lucha sin niveles significativos de apoyo adicional”, dijo la funcionaria y aseguró que lo único que realmente preocupa a los haitianos en este momento es la seguridad, “es poder sobrevivir hasta el final del día”, señaló.
Por su parte, el primer ministro, Ariel Henry, quien participó en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños celebrada en Argentina, alentó a las naciones de la región a constituir una fuerza multinacional especializada para ayudar a la policía de Haití a combatir el crimen organizado, tráfico ilícito de armas y municiones, y erradicar las bandas que tomaron como rehén al país.
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