El segundo vicealcalde del cantón de Orotina, Luis Valverde, cada año la vida nos da la oportunidad de venir ante este busto a saborear y palpar el legado martiano, que tenemos en nuestra identidad orotinense.
Hoy es un día de fiesta en nuestros corazones, en el cual cada orotinense que camina por estas bellas calles y lleva en su corazón la solidaridad, el humanismo, la necesidad de ayudar a los demás, de procurar siempre la justicia entre los hombres, estamos felices y nosotros somos el epicentro de este sentimiento y esta herencia martiana, aseguró Valverde.
El alcalde de Orotina, Benjamín Rodríguez, destacó que su cantón siempre ha acogido con mucho honor esta actividad de recordación de José Martí, y señaló que durante su administración resaltó la importancia tanto del fruto del trabajo como del sacrificio, cuido-amor.
Ese beneficio que nos da alegría y nos enorgullece y sobre todo que nos da esa semilla para reproducir y esparcir con la idea de mejorar nuestras características.
«Para nosotros los orotinenses, José Martí es ese fruto cubano exótico que llega a nuestra tierra a dejar huella, esparcir su carisma y mejorar a aquellos con quienes compartió, cambiándoles el pensamiento y la forma de servir», exaltó.
Hoy nos reunimos con la finalidad de rendir tributo a ese fruto de otras latitudes, pero que lo sentimos nuestro porque caló en los líderes que lograron transformar a Orotina en el pueblo que hoy somos, resaltando características que hicimos propias de servicio y humildad, indicó y subrayó que bastó una noche para tan importante siembra.
El antropólogo y estudioso de la obra martiana Carlos Borge refirió que Martí estaba muy imbuido del modernismo europeo, que primaba el conocimiento como la base del desarrollo y del bienestar de los pueblos y por ello no le sorprende que en un día y una noche de conversación con el hacendado local Primo Vargas y sus amigos haya dejado tan profunda huella.
Para mi es un gran honor y orgullo compartir ideas sobre la actualidad de Martí en la construcción de una sociedad más digna y de mucho mayor bienestar.
Por su parte, el embajador de Cuba en Costa Rica, Jorge Rodríguez, comentó la profunda huella dejada en Costa Rica por el Apóstol de la Independencia de la isla caribeña de España, en su dos visitas (1893 y 1894) a fin de coordinar la incorporación a la Guerra de 1895 de insignes jefes del Ejército Mambí (Libertador) que residían en este país.
Entre estos sobresalía, el Lugar Teniente General Antonio Maceo, quien también marcó a los costarricenses de su época, y junto a Martí constituyen los símbolos de la amistad que unen a Costa Rica y Cuba desde hace más de 130 años, apuntó Rodríguez.
Al exaltar la vida y obra del Martí, nacido el 28 de enero de 1853 en La Habana, el diplomático cubano sostuvo que sin haber participado en la primera parte de la guerra por la independencia de Cuba de España, entre 1868 y 1878, por su corta edad, Martí se convierte en el líder indiscutible de la segunda etapa de esa contienda (1895).
Lo anterior, resaltó, porque logró unir en una causa común a altos jefes militares de esa primera fase que habían tenido desavenencias entre ellos.
Por lo tanto, subrayó, esa es otra de las grandes enseñanzas de Martí, la unidad, misma que es seguida hoy por el pueblo cubano en la defensa del proceso revolucionario, del que el Apóstol de la Independencia es símbolo y paradigma.
Como parte de la actividad político-cultural fueron colocadas varias ofrendas florales en el busto al Héroe Nacional de Cuba en el parque central de Orotina que lleva su nombre, mientras los artistas locales Fabio Brenes y Mario Solera interpretaron entre otras canciones La Guantanamera, con versos de José Martí.
En la ceremonia participaron cubanos en misión oficial y residentes en Costa Rica, así como otros funcionarios de la Alcaldía de Orotina, así como Graciela Vargas, presidenta del Comité Cantonal de la Persona Joven y Giovanni Castaldini, presidente de la Asociación de Desarrollo para la Preservación del Patrimonio Orotinense.
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