Según los resultados de un estudio del diario Changjiang Daily, un creciente número de parejas se quejan y terminan separadas, pues por ese motivo surgen muchas discusiones, se descuida la educación de los hijos y no se cumple por igual con las obligaciones familiares.
De hecho mencionó un pico de rupturas en muchas ciudades al cierre de las vacaciones por Año Nuevo Lunar el viernes pasado, debido a la misma causa.
Changjiang Daily también añadió como factor detrás de los divorcios al exceso de gastos en compras en línea y la intromisión de los suegros en los asuntos conyugales.
En los últimos años China experimenta una alarmante tendencia al alza en las cifras de las separaciones y en contraste una caída en los matrimonios, con el peor registro en casi cuatro décadas reportado en 2021.
Los expertos advierten que el fenómeno acentuará el problema de natalidad y acercará más rápido el declive demográfico en el gigante asiático, porque dificultará la reposición de nuevas generaciones mientras aumenta la cifra de adultos mayores.
El Gobierno en 2020 incorporó al Código Civil un período obligatorio de 30 días para que las parejas piensen bien si desean romper los vínculos, en un esfuerzo por frenar los divorcios por impulso y la caída en la natalidad, así como garantizar la tradicional expectativa de una familia unida.
Pero existen opiniones encontradas sobre su utilidad y cuánto las autoridades deben intervenir en las decisiones conyugales, máxime si ambos miembros están de acuerdo o las mujeres presentan una condición de vulnerabilidad por factores como la violencia doméstica.
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