Mao Ning, vocera del ministerio de Relaciones Exteriores, lamentó el fallecimiento de un centenar de personas durante el incidente, extendió condolencias a los familiares de las víctimas y deseó pronta recuperación a los lesionados.
Igualmente, manifestó el apoyo de Beijing a Pakistán para combatir las acciones terroristas, defender su estabilidad nacional y proteger la vida de la oblación.
Aparte de China, otros gobiernos y organizaciones mundiales se pronunciaron contra el ataque suicida en Peshawar, ocurrido la víspera también con más de 100 heridos.
La proscrita organización terrorista Tehreek-e-Taliban Pakistán asumió la autoría del suceso, perpetrado en el interior del templo.
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