Como ocurre desde el 19 de enero último, cuando numerosos pobladores del surandino y otras tierras trajeron la protesta que mantienen desde la caída del expresidente Pedro Castillo, Lima fue otra vez el epicentro del descontento.
Los visitantes se desplazaron desde el lado norte de la ciudad capital junto a solidarios limeños hasta el frente del aeropuerto internacional Jorge Chávez, donde la Policía los dispersó, aunque la numerosa columna se rehizo y continuó rumbo al centro.
Allí, los uniformados anunciaron la detención de Yaneth Navarro Flores en posesión de poco más de mil 900 soles (aproximadamente 500 dólares) que, según sus captoras, serviría para financiar las protestas, que no son delito, y tal vez atentados.
Como supuesta prueba, la Policía mostró una página de la libreta de notas con registros de modestas cantidades para el alojamiento y la alimentación de los marchistas, llegados de provincias, los cuales afirman que cuentan con apoyo solidario de sus comunidades.
En la misma jornada, la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), un bloque de centrales sindicales, otras organizaciones sociales y partidos de izquierda y progresistas realizaron una masiva marcha a la que se sumaron los llegados de las regiones, como parte de una jornada de lucha nacional.
Cuando la manifestación llegó a la esquina de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola, el clima se volvió tenso, pues la Policía estableció una barrera que intentaron pasar para avanzar hasta el Parlamento, pero como ocurrió en días anteriores fueron impedidos de hacerlo por la Policía, desatándose disturbios que el fin de semana dejaron el saldo de un muerto.
Esta vez, sin embargo, la barrera de uniformados y verjas fue levantada y los marchistas continuaron hasta una cuadra antes del Palacio Legislativo; aunque tras la manifestación la esquina liberada volvió a cerrarse y retornaron los choques entre policías y jóvenes manifestantes.
El secretario de organización de la Confederación General de Trabajadores (CGTP), Manuel Coronado, dijo que en el resto del país la jornada fue un éxito, con concentraciones, marchas y bloqueos de carreteras.
El reporte diario de la Defensoría del Pueblo confirmó que, pese al incruento desbloqueo policial de importantes carreteras que permanecían bloqueadas desde hace semanas por las protestas, este martes había cierres de vías en 79 puntos de 25 provincias.
A ello se agregaron paros y protestas en 14 provincias de las regiones de Áncash, Apurímac, Arequipa, Cusco, Puno y Tacna; además de paralizaciones de actividades en cinco provincias de las regiones de Puno, Cusco y Apurímac.
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