Con 218 votos de respaldo y 211 en contra, los legisladores dieron luz verde a la propuesta gestionada por el congresista de primer año Max Miller (republicano de Ohio), quien es judío.
La resolución enumeró una serie de comentarios que presuntamente Omar hizo en el pasado y que los conservadores del hemiciclo consideran antisemitas, en particular críticas a Israel y pronunciamientos sobre cuestiones relacionadas con los derechos de los palestinos.
La joven, refugiada somalí y una de las dos primeras mujeres musulmanas elegidas para el Congreso, señaló en su defensa que el debate de esta jornada era más bien sobre quién puede ser norteamericano.
“¿Qué opiniones debemos tener para que se nos considere estadounidenses?, cuestionó, y agregó: “Existe la idea de que eres sospechoso si eres inmigrante. O si eres de cierta parte del mundo, de cierto tono de piel o musulmán”.
“Yo soy musulmana, inmigrante y, curiosamente, de África. ¿A alguien le sorprende que me tengan en el punto de mira? ¿A alguien le sorprende que de alguna manera se me considere indigna de hablar sobre la política exterior estadounidense?”, comentó.
Según el diario The Hill, la decisión de esta jornada supone una victoria para el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien desde 2021 prometió eliminar a la demócrata del panel si los republicanos tomaban el control de esa instancia del Congreso.
La resolución fue aprobada tras más de una semana de regateos a puerta cerrada, pues los representantes Nancy Mace (Carolina del Sur), Victoria Spartz (Indiana) y Ken Buck (Colorado) inicialmente manifestaron estar en contra de la expulsión.
Analistas estiman que la movida en contra de la legisladora de Minnesota es una especie de ajuste de cuentas de la ahora fuerza mayoritaria en la Cámara Baja por la destitución en febrero de 2021 de Marjorie Taylor Greene de los comités del Presupuesto, y de Educación y Trabajo.
En un castigo sin precedentes en el Congreso estadounidense, ese órgano, controlado entonces por los demócratas, votó el 4 de febrero de ese año a favor de eliminar a la republicana de sus asignaciones en esos comités de alto perfil.
La causa de tal decisión fueron los pronunciamientos de la legisladora de Georgia, seguidora del expresidente Donald Trump (2017-2021), en sus redes sociales a favor de la violencia contra los adversarios políticos, el racismo y teorías de conspiración sobre las elecciones de noviembre de 2020.
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