En una carta pública, los firmantes instaron a un debate crítico y necesario sobre las políticas del Ejecutivo y advirtieron contra las falsas acusaciones de antisemitismo dirigidas a los críticos de Israel.
“Aquellos que emplean acusaciones de antisemitismo como arma política envenenan el debate y debilitan nuestra capacidad para luchar contra el antisemitismo real”, subrayaron.
La lista de signatarios incluye a exejecutivos de seminarios rabínicos y de federaciones judías, exlegisladores y antiguos funcionarios estadounidenses, así como líderes de sinagogas, organizaciones y universidades en más de 70 ciudades del país.
“No tomamos a la ligera la responsabilidad de hacer esta declaración en un momento de escalada de violencia”, señaló Alan Solow, expresidente de la Conferencia de Organizaciones Judías.
Sin embargo, compartimos las preocupaciones de decenas de miles de israelíes decididos a proteger su democracia y las perspectivas de paz entre Israel y Palestina, señaló Solow, uno de los principales impulsores de la carta.
Los firmantes criticaron con fuerza la reforma judicial impulsada por Tel Aviv, que levantó una ola de cuestionamientos en este país levantino.
El proyecto incluye la llamada “cláusula de anulación”, que permitiría a la Knesset (Parlamento) volver a legislar leyes anuladas por el Tribunal Supremo de Justicia.
Según la idea, 61 diputados de los 120 que integran el hemiciclo podrían revocar un dictamen del máximo órgano de justicia. La coalición ultraderechista en el poder controla 64 escaños.
Los judíos norteamericanos también condenaron los planes de Netanyahu para legalizar varias colonias en territorio ocupado y expandir la soberanía israelí en Cisjordania.
El pasado mes más de 330 rabinos estadounidenses anunciaron también en una misiva su boicot al gobierno israelí.
Señalaron que no invitarán a los miembros del bloque ultraconservador “a hablar en nuestras congregaciones y organizaciones”.
El tono intransigente de la carta y la amplitud de los firmantes es una señal de una crisis en las relaciones entre Israel y la comunidad judía estadounidense provocada por la llegada de los extremistas al poder, alertó entonces el diario The Jerusalén Post.
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