El veto del bloque derechista a la iniciativa inclinó la balanza contra la propuesta izquierdista que, al cabo de un debate de varias horas, terminó con 47 votos a favor, 78 en contra y una abstención, tras ser sustentado por el congresista Jaime Quito.
El legislador explicó que la primera vuelta electoral se realizaría en la segunda semana de julio y el cambio de autoridades en octubre del 2023 y simultáneamente habría un referendo sobre la convocatoria a una asamblea constituyente.
Argumentó que, además de pedir el cambio de presidente y de congresistas, las protestas iniciadas hace casi dos meses demandan una constituyente para dar de baja a la carta magna neoliberal de 1993.
El bloque de extrema derecha y sus aliados de centro rechazaron de plano la constituyente y, según Quito, fueron desenmascarados en su intento de bloquear las nuevas elecciones pese al rechazo de más de 80 por ciento de la población al Congreso.
Las bancadas de izquierda votaron en bloque a favor del proyecto, así como algunos de centro. Y ante una cuestión previa de la vicepresidenta del Congreso, Digna Calle, de votar por separado las elecciones adelantadas y el referendo, la derecha y sus aliados lo hicieron en contra.
Quito agregó que la jornada fue positiva, porque por primera vez updo debatirse durante largas horas la necesidad de una asamblea constituyente, tema tabú para la mayoría parlamentaria de tendencia neoliberal.
El debate registró un incidente, cuando el congresista de derecha extrema Juan Lizarzaburu, representante de los peruanos emigrados, lanzó un comentario racista en el que habló con desprecio de la boliviana Whiphala, bandera indígena andina.
El legislador Flavio Cruz, del PPL, explicó que es aymara y rechazó que se ofenda a los millones de indígenas de Bolivia y Perú y, ante los reclamos, Lizarzaburu tuvo que retirar el agravio.
Tras la nueva frustración del adelanto electoral, planteado como alivio a las protestas, el Congreso debatirá una propuesta con el mismo fin, presentada con el Gobierno.
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