Antigua Puerto Príncipe, es una localidad situada en el centro-este de la isla y capital de la provincia homónima. Su espacio histórico fue declarado en 2008 como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La urbe apareció primero con el nombre de Santa María del Puerto del Príncipe, el 2 de febrero de 1514, a partir del asentamiento de colonos españoles liderados por Diego Velázquez de Cuéllar, en un lugar ahora conocido como Nuevitas en la costa norte.
Resultó una de las siete villas fundadas en Cuba por los españoles. Durante el siglo XVIII el lugar se llamó así, cuando de 1747 a 1753 Luis de Unzaga y Amézaga, entonces capitán gobernador de Puerto Príncipe la rehabilitó y reconstruyó la iglesia de la Merced.
Fue en 1898 cuando recibió el actual nombre de Camagüey, a raíz de la independencia de España.
El nombre indígena era usado ya para referirse a la comarca El Camagüey en referencia al cacique Camagüebax, quien ejercía su mando entre los ríos Tínima y Hatibonico, y fue aprobado en esa fecha tanto para la ciudad como para la provincia que había sido creada en 1878 como región militar por la república en armas.
Sus llanuras adornadas con los más bellos tesoros de la naturaleza, fueron fuentes de inspiración para artistas de todos los tiempos.
La majestuosidad de los Cangilones (río Máximo), la placidez de sus playas y cayos dotados de las más cristalinas aguas, sus manantiales y sus tradiciones fueron representativas, de ahí que en la actualidad formen parte del panorama propuesto por el turismo insular.
Esta provincia está compuesta por 13 municipios de sugestivos apelativos, como Carlos Manuel de Céspedes (patriota en la guerra contra el colonialismo español), Florida, Nuevitas, Esmeralda, Minas, Sibanicú, Guáimaro, Najasa, Jimaguayú, Vertientes, Santa Cruz del Sur, Sierra de Cubitas y Camagüey.
Una antigua figura de cerámica nombrada Tinajón caracteriza no solo la manera de recoger el agua en su tiempo, sino el arte, la cultura y los variados rincones de la ciudad.
En el centro histórico se pueden observar antiguas construcciones con sus callejones estrechos y adoquinados al estilo colonial, y posee plazas e iglesias hermosas y de gran valor histórico.
El trazado de Camagüey es el más asimétrico entre todas las villas fundadas por los españoles en Cuba (primeras villas: Baracoa, Santiago de Cuba, Trinidad, Sancti Spíritus, Puerto Príncipe, La Habana y San Juan de los Remedios).
Según la tradición, el laberíntico dibujo de sus estrechas y sinuosas calles fue elegido por los fundadores para defensa del lugar. Los adoquines que aún quedan fueron instalados en la primera parte del siglo XX, contrario a lo que piensan muchos locales. También se pueden apreciar, sobre todo en la calle Independencia los raíles del antiguo tranvía.
Sin lugar a dudas, un escenario perfecto para los paseos a pie, o en carruajes tirados por caballos, y disfrutar del colorido de sus plazas.
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