Un reporte del Centro de Estudios Turísticos (CST), divulgado este jueves por el diario Il Sole 24 ORE, señala que las ganancias generadas por esa actividad superaron un 9,5 por ciento lo previsto para ese año y en 11,0 puntos porcentuales los resultados de 2019, último período anterior al inicio de la pandemia de Covid-19.
Ivana Jelinic, directora general de la Agencia Italiana de Turismo (Enit, indicó al respecto que «la industria de las bodas tiene un impacto significativo en la cadena del sector”, y agregó que en el futuro este país “debe estar preparado y fortalecer su red con paquetes dedicados en la modalidad todo incluido».
El principal país de origen fue Estados Unidos, con un 29,2 por ciento de las parejas extranjeras que decidieron celebrar su boda en Italia, pero más de la mitad de estos eventos fueron generados por matrimonios de residentes en países europeos.
Sin embargo, de acuerdo con el análisis, también resultó muy relevante el movimiento turístico generado por los cónyuges italianos dentro de las fronteras de su país, pues en 2022 más de siete mil 160 bodas fueron realizadas por las parejas nacionales en regiones distintas de las suyas.
Se destacó entre los destinos preferidos la región de Toscana, con un 21,0 por ciento del total, por sus bellezas paisajísticas y artísticas de ciudades como Florencia y otras muchas localidades, seguida por las de Lombardía, Campania, Apulia, Sicilia y Lacio.
El estudio del CST, financiado por el Ministerio de Turismo italiano, apunta que en 2023 se espera llegar a los 12 mil eventos, un millar más que en el año precedente, con una previsión de crecimiento del 9,5 por ciento.
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