En un año preelectoral, Mauricio Choussy, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), es de los que estimó que la crisis no solo lastrará los indicadores macroeconómicos, sino también los sociales y los políticos.
Varios economistas coinciden en los efectos de la crisis en Ucrania sobre la economía mundial al elevarse los precios del crudo y los fertilizantes, entre otros.
«Se ve claramente que vamos a una desaceleración aunque la economía local crecerá pero a un nivel más bajo del estimado por las autoridades o sea el país estará en un marco del 1,3 por ciento», dijo el experto.
Las proyecciones de Choussy se acercan a las de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que predicen un crecimiento del 1,5 al dos por ciento.
El economista señaló que en la actualidad en la economía pesa más la inflación que el nivel de endeudamiento y alertó sobre la fuerte reducción en los fondos internacionales de El Salvador del 33 por ciento en seis meses, en un contexto donde el país se enfrenta a dificultades para acceder a financiamientos.
Expresó que las reservas internacionales netas de una nación están previstas, según las normas, para cubrir tres meses de importaciones, y en el caso salvadoreño actualmente no alcanzarían ni para dos.
Estas precariedades a las que se enfrentan las autoridades locales pueden tener un peso sustantivo en un año en el cual los partidos políticos comienzan a disputar la presidencia y la Asamblea Legislativa el 4 de febrero de 2024.
Aunque el presidente Nayib Bukele parece no tener rival en las urnas dado el apoyo que le confieren las encuestas de opinión, superior al 90 por ciento, la población tiene en la economía su principal preocupación.
Expertos consideran que si las propuestas gubernamentales no convencen a un 56 por ciento de votantes sin preferencia de partido político, algo así como los independientes en otros países, el líder de Nuevas Ideas puede tropezar con el tema de la economía.
En muchas naciones, y El Salvador no es la excepción, ese sector arrastró al abismo a figuras políticas y partidos.
El alza sostenida de los precios de la canasta básica en los últimos tiempos y el golpe de otros indicadores sobre la población, son indicadores que los economistas valoran como preocupantes para quienes esperan buenos resultados en los comicios.
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