En la primera jornada, el equipo de Brasil sacó la cara por Latinoamérica al ganar dos medallas de bronce por intermedio de Natasha Ferreira, de los 48 kilos (kg), y Larissa Pimenta (52).
Ferreira aventajó a la estadounidense María Celia Laborde en la disputa de uno de los dos terceros puestos a la estadounidense María Celia Laborde y Pimenta, a la alemana Mascha Ballhaus, ambos combates decididos por ippon.
La francesa Blandine Pont conquistó el título de los 48 kg al superar en la final a la israelí Tamar Malca por ippon, mientras la otra presea bronceada de la división correspondió a la española Mireia Lapuerta.
El cetro de los 52 kg recayó en la británica Chelsie Giles, quien aventajó en la disputa de la corona a la española Ana Pérez Box por ippon.
La italiana Odette Giuffrida, subcampeona olímpica de Río de Janeiro 2016, alcanzó el otro metal de bronce del peso.
En otra categoría, la canadiense Jessica Klimkait logró la medalla de oro de los 57 kg, al superar a su compatriota Christa Deguchi con un wazari.
Los lauros de bronce quedaron en poder de la israelí Timna Nelson-Levy y la belga Mina Libeer.
En la competición masculina, el francés Luka Mkheidze y el georgiano Vazha Margvelashvili conquistaron los títulos de los 60 y 66 kilogramos, respectivamente.
Mkheidze venció en la final al español Francisco Garrigos por wazaari y Margvelashvili, al azerbaiyano Orkhan Safarov por ippon.
Las medallas bronceadas de los 60 correspondieron al belga Jorre Verstraeten y al turco Salih Yildiz, y en los 66, al español Alberto Gaitero y al georgiano Lasha Nadiradze.
El Grand Slam de Tel Aviv acoge a 398 judocas de 52 países, divididos en 224 hombres y 174 mujeres.
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