Los científicos buscan nuevos recursos para luchar contra las enfermedades y dicha alga, hasta ahora inexplorada, contiene unos compuestos bioactivos que podrían convertirse en fármacos modernos.
La investigación realizada por Parthasarathi Perumal y Umamaheshwari Arthanari, del Departamento de Biología Vegetal y Biotecnología Vegetal del Presidency College de Chennai, y Elumalai Sanniyasi, del Departamento de Biotecnología de la Universidad de Madrás, fueron publicados en el South African Journal of Botany (Revista Sudafricana de Botánica).
Sanniyasi explicó que la clorizina, un compuesto aislado que se extrae de la syringodium isoetifolium, mostró una actividad anticancerígena potencial contra las líneas celulares HepG2 (líneas celulares de cáncer de hígado).
Para comprobarlo, los científicos inyectaron florizina en las células cancerosas y observaron una disminución significativa de la viabilidad celular.
Tras obtener la autorización del Comité de Ética Animal del Instituto, los especialistas realizaron la prueba en modelos de ratón.
Según los expertos, la especie de alga marina redujo la carga tumoral en ratones con cáncer de hígado.
El equipo también halló que la florizina tiene más efectos anticancerígenos potenciales, lo cual la convierte en una opción prometedora para tratar el carcinoma hepatocelular.
Señalaron además los estudiosos la necesidad de realizar ensayos clínicos para conocer mejor la tasa de éxito del medicamento.
mem/abm
