El planteamiento fue hecho por el subsecretario de Estado norteamericano, Brian Nichols, quien en la década pasada fue embajador aquí y afirmó que el presidente de su país hace seguimiento a la situación peruana.
El presidente del Congreso, José Williams, priorizó referirse a la afirmación de Nichols, de que el Congreso actuó conforme a la Constitución al destituir y despojar de su inmunidad al presidente Pedro Castillo, facilitando su encarcelamiento, por haber intentado disolver el Congreso, lo cual es materia de polémica jurídica.
“El Ejecutivo y Legislativo están siempre coordinando. Cada uno, en su ámbito, puede desarrollar lo que corresponde para llegar a mejores acuerdos”, dijo sobre el planteamiento de Washington el titular del Congreso, cuyo partido de extrema derecha, Avanza País, es contrario a adelantar los comicios.
Por su parte, los congresistas Susel Paredes y Flavio Cruz emplazaron a la mayoría de los medios de prensa, al plantear que reaccionen contra el gobierno de Biden por injerencia en asuntos peruanos, como hacen ante críticas de países latinoamericanos sobre la situación peruana.
Cruz señaló que el Gobierno podría aceptar lo dicho por Nichols, debido a su alineamiento, dijo, con Estados Unidos, y personalmente invocó su posición antimperialista para rechazar el prounciamiento del funcionario estadounidense.
“No lo admitimos, que respeten al Perú”, dijo con enfasis el congresista del Partido Perú Libre.
Sobre las nuevas elecciones, señaló que la vía más segura es que la presidenta recapacite y renuncie, pues hasta ahora solo deja la decisión al Congreso, cuya mayoría se resiste con diversas maniobras a acordar el adelanto.
En torno al tema, Williams solo hizo un llamado a los congresistas a la reflexión para que tomen la mejor decisión el viernes próximo, cuando se vote una moción de reconsideración de un acuerdo tomado semanas atrás para volver a tratar el asunto.
El rechazo a la reconsideración permitirá tratar el adelanto en el periodo legislativo que, según precisó, termina en junio de este año, y no mostró apuro alguno pese a que la pronta elección de un nuevo presidente y nuevos congresistas es uno de los reclamos de un fuerte movimiento de protesta.
Las demostraciones se iniciaron el 7 de diciembre pasado, tras la destitución de Pedro Castillo y esta semana tienden a intensificarse con una nueva concentración de marchistas del interior del país en Lima.
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