De acuerdo con varios comunicados del Ministerio de Relaciones Exteriores, el jefe diplomático sostuvo esos encuentros al margen de la cumbre ministerial del G-20 que sesionó en Nueva Delhi, India.
Con el anfitrión, Subrahmanyam Jaishankar, acordó ampliar la cooperación, reanudar los vuelos directos y promover una mejoría de los nexos, tras el deterioro de los últimos dos años por las disputas territoriales.
Qin aseguró a su par francesa, Catherine Colonna, que China desea conseguir nuevos resultados en la asociación estratégica integral de ambos países y considera relevante su influencia frente a los desafíos globales.
Planteó a la canciller australiana, Penny Wong, aprovechar el clima positivo que existe ahora en los vínculos Beijing-Canberra para estabilizarlos más, manejar apropiadamente las diferencias y atender las preocupaciones de cada lado.
Mientras, Qin y el canciller ruso, Sergei Lavrov, ratificaron la voluntad de sus gobiernos a unir fuerzas y estrechar la coordinación en plataformas multilaterales, ampliar la comunicación estratégica e inyectar más estabilidad al sistema internacional.
Tanto a Lavrov como al resto de los interlocutores, el diplomático chino reiteró la apuesta del gigante asiático por una resolución política del conflicto Rusia-Ucrania, rechazó el sabotaje a las conversaciones de paz y condenó la imposición de sanciones.
Insistió en que todas las partes implicadas deben abstenerse de exacerbar la situación, manifestó la disposición de Beijing a jugar un rol constructivo y a promover cualquier esfuerzo conducente a la paz.
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