A medida que la vacante presidencial transita su quinto mes, el colectivo instó a los líderes políticos y a los miembros del Parlamento a asumir sus responsabilidades y actuar de conformidad con la Constitución para elegir sin más demora al nuevo jefe de Estado de la República.
Mediante una declaración, el ISG calificó de insostenible la realidad libanesa que paraliza las instituciones del Estado en todos los niveles y socava su capacidad para abordar los urgentes desafíos socioeconómicos, financieros, de seguridad y humanitarios.
Al mismo tiempo, el Grupo consideró que tales problemáticas erosionan la confianza de los ciudadanos en las instituciones estatales a medida que aumentan sus dificultades.
Casi un año después del Acuerdo de nivel de personal con el Fondo Monetario Internacional, Líbano aún no concluye un programa financiero y en ese sentido, pidió acelerar la adopción de las leyes necesarias para restaurar el sector bancario y la armonización de los tipos de cambio ante el deterioro económico.
El ISG dio la bienvenida a los preparativos en curso para garantizar la realización oportuna de las elecciones municipales de fines de mayo entrante con la intención de fortalecer el prestigio de la gobernanza local.
Igualmente, abordó el incidente que ocasionó la muerte de un soldado de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en diciembre pasado en la zona sur de Al Aquibiyah.
También enfatizó la importancia de garantizar el proceso judicial para restaurar la credibilidad de las instituciones estatales de Líbano, así como implementar el estado de derecho, asignar responsabilidades adecuadas, y para poner fin a la impunidad.
En este sentido, el ISG observa con preocupación la falta de avances en los procedimientos judiciales sobre la explosión del Puerto de Beirut del 4 de agosto de 2020.
La institución fue lanzada en septiembre de 2013 por el Secretario General de la ONU con el expresidente Michel Sleiman para movilizar apoyo y asistencia en favor de la estabilidad, la soberanía y las instituciones estatales en la nación levantina.
El Grupo de Apoyo Internacional reúne a las Naciones Unidas y los gobiernos de China, Francia, Alemania, Italia, la Federación Rusa, el Reino Unido y los Estados Unidos, junto con la Unión Europea y la Liga Árabe.
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