Los gravámenes sobre los ingresos subieron hasta 36 por ciento, una decisión que el FMI describió como necesaria, pues la nación llevaba décadas por debajo de los estándares internacionales en este sentido, según la nota recogida por el portal de noticias ceilandés NewsCutter.
El Gobierno también elevó los impuestos a la electricidad en medio de un ambiente de protestas cada vez más fuerte, después de que este pasado miércoles, alrededor de dos mil trabajadores portuarios efectuaran una breve protesta para pedir un régimen fiscal más justo.
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