Tras el lanzamiento de la operación militar especial de Moscú en Ucrania en febrero de 2022, el Kremlin afirmó que el suministro de armas a Kiev solo alargaría el conflicto bélico cuyas consecuencias afectan a todo el orbe.
No obstante el mecanismo comunitario busca coordinar esos pedidos de municiones, proyectiles y obuses por un valor de hasta dos mil millones de euros, según trascendió.
Los ministros de la UE, reunidos aquí en la capital de Suecia, dialogaron con su homólogo ucraniano, Oleksii Reznikov, sobre las estrategias para mantener el flujo de ayuda y reforzar la industria europea de Defensa.
La primera parte del plan prevé destinar mil millones de euros del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP) para el envío proyectiles de sus reservas a Ucrania, según el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
Más tarde se unirán las demandas de la UE y Ucrania para realizar pedidos conjuntos masivos que incentivarían a los fabricantes de municiones a aumentar su capacidad de producción, según sus palabras.
De su lado el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, advirtió sobre el riesgo de poner en pie una economía de guerra en Europa, lo cual definió como “una señal fatal”. En ese contexto “subordinaríamos todo a la producción de armas y municiones”; (…) “Nosotros, la Unión Europea y Alemania, no estamos en guerra”, agregó.
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