Según comentó Garibashvili al canal de televisión Imedi, el gobierno de Vladimir Zelenski depuso a Saakashvili de su cargo como gobernador de Odesa y lo regresó a su patria con el objetivo de organizar un golpe de Estado en la república e involucrarla en el conflicto que se avecinaba con Moscú.
El primer ministro aseguró que ya en la segunda mitad de 2021 se esperaba el estallido de una guerra en Ucrania, pues Kiev sabía perfectamente que Rusia no permitiría que se continuara el genocidio contra los habitantes del Donbás, mucho menos una ofensiva total contra ese territorio.
Garibashvili admitió que Tbilisi tenía información sobre esto, e incluso que se había enterado por medio de socios occidentales de Georgia.
El jefe de gobierno recordó que el expresidente Saakashvili llegó al país el 1 de octubre de 2021, con indicaciones precisas de alcanzar el poder por cualquier vía, y agregó que si eso hubiera ocurrido sería un alivio para Ucrania que Rusia dirigiera su atención a Georgia.
Expresó su confianza en que si el partido de oposición Movimiento Nacional Unido fundado por Saakashvili hubiera estado en el poder en el país, la república se habría convertido en un campo de entrenamiento y Ucrania habría ganado tiempo.
Anteriormente, el primer ministro de Georgia acusó al presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, y a «algunos perdedores desafortunados» de apoyar una acción masiva destructiva en Tbilisi e interferir en los asuntos internos de la república.
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