Excepto la región caribeña, el resto de esta nación centroamericana está en la fase informativa, decretada por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ante los pronósticos del IMN de que las lluvias se mantendrán al menos por 24 horas más, en aguaceros totalmente atípicos en un mes, en el cual es más frecuente la escasez de precipitaciones.
Citado por Teletica.com, el meteorólogo Daniel Poleo recordó que en 1999 fue la última vez que se tuvo registro de un aguacero tan intenso en 24 horas, como el reportado este lunes, y atribuyó esa condición climática a vientos débiles e incursión de humedad, a lo que sumó el fenómeno de La Niña. «Estamos todavía bajo el fenómeno de La Niña y, atmosféricamente hablando, está influenciando estos aguaceros en un período que normalmente no llueve tanto», explicó Poleo.
Debido a las fuertes precipitaciones de lunes y martes, la CNE contabilizó cerca de 40 incidentes por inundaciones en diferentes localidades del Valle Central (abarca las principales urbes de las provincias de San José, Alajuela, Cartago y Heredia) y en el Pacífico Sur.
Por su parte, el más reciente informe del IMN señaló que condiciones inestables en la atmósfera local, altos contenidos de humedad, aunado a vientos alisios débiles favorecen lluvias y aguaceros vespertinos tanto en regiones del Pacífico y Valle Central, así como al oeste de las regiones Caribe y hacia el centro de la Zona Norte.
Debido a eso, el IMN pronosticó inestabilidad local y estimó que continuarán las lluvias de variable intensidad al oeste del Caribe y la Zona Norte, con montos entre los 20 y 40 milímetros, con máximos puntuales de hasta 50 milímetros.
El IMN advirtió que la presencia de suelos con mayor porcentaje de saturación por las lluvias de los últimos días, son para sectores montañosos del Pacífico Sur, hacia el sureste del Pacífico Central y en los alrededores del Golfo Dulce.
Por tanto, recomendó precaución por saturación de alcantarillado y posibles inundaciones repentinas, prevención ante tormenta eléctrica y buscar refugio en un sitio seguro en caso de presentarse o de percibir fuertes ráfagas de viento cerca de las nubes de tormenta, debido a la posible caída de ramas de árboles y tendido eléctrico.
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