De otro lado, los productores de aves de corral no están tan contentos, pues a causa de esas diarias interrupciones eléctricas sus mataderos trabajan a un menor ritmo que el planificado, recortándoles así sus ganancias.
Y es que la actual crisis energética de Sudáfrica afecta directa o indirectamente todos los sectores de la economía, y ahora disminuye además la disponibilidad de suministros para algunos tipos de restaurantes, fuertemente dependientes de la industria avícola.
De hecho, en muchas granjas del sector los pollos están aumentando de peso, según fuentes del sector, y ello, aunque parezca paradójico, impide que sus restos se vendan en establecimientos de comida rápida. ¿Será que las postas no caben en las cajitas junto a las papitas fritas?
Acorde con la directora ejecutiva de la Asociación de Restaurantes de Sudáfrica, Wendy Alberts, “los pollos son menos y eso representa para nosotros un problema en este momento”.
Los severos cortes de energía, como promedio en las últimas semanas de entre cuatro mil y cinco mil megaWatts diarios, realmente están ejerciendo mucha presión sobre nuestra industria, agregó.
Sé que hay desafíos en cada sector, añade la directiva, pero entre ellos los restaurantes de comida rápida definitivamente enfrentan un desafío mayor con la escasez de pollo.
No obstante, es de esperar que los granjeros encuentren formas de aprovechar los pollos con sobrepeso, revirtiendo la distribución de la felicidad entre aves y humanos, decididamente a favor de los últimos.
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